La rodilla, la articulación más grande del cuerpo y la más expuesta en los corredores a sufrir traumatismos.

La estabilidad de la articulación de la rodilla proviene de varias estructuras, como los meniscos, los ligamentos cruzados y laterales, la cápsula articular, la rótula y los músculos. 

Y una de las lesiones más frecuentes entre este tipo de deportistas, tanto profesionales como principiantes, es el síndrome de dolor patelofemoral o «rodilla de corredor».

Muchos corredores minimizan la importancia de esta lesión, pero puede persistir de forma crónica si los factores que contribuyen a su desarrollo no se reconocen y tratan adecuadamente.

¿Qué es el síndrome de dolor patelofemoral?

El síndrome de dolor patelofemoral (SPF) es un término que se usa para describir el dolor en la parte delantera de la rodilla y alrededor de la rótula o «hueso de la rodilla». 

El dolor patelofemoral es la lesión musculoesquelética por uso excesivo de esta articulación.

Es una lesión muy frecuente en personas físicamente activas, incluidos corredores, reclutas militares, triatletas y otros atletas, independientemente del sexo o la edad.

El 50 % de los corredores, especialmente los de larga distancia, experimentan una lesión cada año que les impide correr durante un período de tiempo, y el 25 % de los corredores se lesionan en algún momento dado. 

Aproximadamente entre el 70 % y el 80 % de los trastornos de la carrera se deben a lesiones por empleo excesivo, principalmente en los sitios anatómicos de la rodilla, el tobillo/pie y la pierna.

Independientemente del tipo de lesión, las lesiones de este tipo disminuyen el placer en el ejercicio y se asocian con consecuencias indeseables, que incluyen interrupción temporal o permanente de la carrera y ausencia del trabajo.

La rodilla, el tobillo y la parte inferior de la pierna representaron la proporción más alta de incidencia de lesiones. Fuente: A systematic review of running-related musculoskeletal injuries in runners N Kakouris, N Yener, DTP Fong – Journal of sport and health science, 2021 – Elsevier

Posibles causas de la «rodilla del corredor»

El síndrome de dolor patelofemoral o rodilla del corredor ocurre cuando los nervios detectan dolor en los tejidos blandos y el hueso alrededor de la rótula. Estos tejidos blandos incluyen los tendones, la almohadilla grasa debajo de la rótula y el tejido sinovial que reviste la articulación de la rodilla.

Se cree que la aparición del SPF es multifactorial, es decir, que una variedad de factores de riesgo pueden contribuir a su aparición.

La acumulación de estos factores, desafíen la tolerancia de carga de la articulación provocando los síntomas.

Factores de riesgo

  • Estrés en la articulación femororrotuliana o tensión excesiva en la rodilla

Las actividades físicas vigorosas que aplican tensión repetida en la rodilla, tales como trotar, hacer sentadillas y subir escaleras o un cambio en el entrenamiento, como un aumento en la frecuencia de la actividad o el número de días que hace ejercicio cada semana. También puede deberse a la duración o intensidad de la actividad, como correr distancias más largas.

  • Desalineación rotuliana

Debido a una alineación anormal de la rótula en el surco troclear que provoca que la rótula expulse hacia un lado del surco al flexionar la rodilla. Esta anormalidad puede provocar mayor presión e irritar los tejidos blandos.

  • Cambio en la actividad deportiva en duración, frecuencia, velocidad, intensidad o trabajo en pendientes, y el tiempo inadecuado para la recuperación.
  • Cambios en el calzado o equipo deportivo.
  • Cambios en las características de la superficie donde se practica el deporte, especialmente superficies de entrenamiento duras o irregulares.

Síntomas 

El síntoma más usual del síndrome de dolor patelofemoral es un dolor leve, sordo y sensible en la parte delantera de la rodilla. 

Este dolor, que comienza de manera gradual y con frecuencia se relaciona con la actividad, puede presentarse en una o ambas rodillas. 

Otros síntomas comunes incluyen:

  • Dolor sordo en la parte anterior de la rodilla.
  • Crujidos en la rodilla.
  • Sensación de encasquillamiento.
  • Sensación de quemazón, malestar o simple incomodidad nocturna.

Un análisis reciente de 874 corredores novatos demostró que aquellos que aumentaron sus distancias semanales en más del 30 % durante un período de 2 semanas, tenían más probabilidades de desarrollar lesiones relacionadas con la carrera, incluida la «rodilla de corredor».

¿Qué podemos hacer ante la presencia de la «rodilla del corredor»?

El manejo inicial debe incluir la modificación de la actividad, analgésicos como un curso corto de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y modalidades para controlar el dolor de forma aguda. 

La SPF es una dolencia común y potencialmente debilitante entre los corredores, aunque prevenible. 

Dado su origen multifactorial, el tratamiento exitoso exige un enfoque integral pero personalizado, dirigido a los factores de riesgo exclusivos del individuo.

  • Correcciones biomecánicas: modificación del calzado y el uso de plantillas puede estar indicado para corregir alteraciones en la pisada o el eje de carga.
  • Modificación de la actividad a un nivel sin dolor es fundamental especialmente para el corredor. 
  • Reconocimiento y corrección de los errores en el entrenamiento antes de volver al deporte.
  • Infiltraciones factores de crecimiento de plaquetas puede estar indicado para el alivio de las molestias.

El tratamiento quirúrgico con artroscopia para el dolor patelofemoral rara vez es necesario y se realiza solo en casos graves que no responden al tratamiento previo no invasivo. 

Correr sin sufrir dolor en tus rodillas es posible

¡Correr es genial! Es un ejercicio fantástico que trae consigo un montón de beneficios maravillosos. No solo te ayuda a desarrollar fuerza, sino que también mejora tu salud cardiovascular y eleva tu nivel general de condición física. 

Ahora bien, al mismo tiempo, es importante que comprendas los posibles riesgos asociados con correr, pero no te preocupes, ¡hay formas de prevenir y tratar esas lesiones adecuadamente! 

¿Cómo lograrlo?

Bueno, una manera es optimizando tus entrenamientos y mejorando tu alimentación. Así podrás correr más rápido y con menos dolor.

También es útil aprender sobre las lesiones más comunes, para saber cómo prevenirlas, y descubrir los mejores ejercicios para fortalecer tus músculos y perfeccionar tu técnica.

En resumen, ¡la clave está en disfrutar al máximo de tus carreras mientras te cuidas! ¡Vamos, anímate y sal a correr con una sonrisa en el rostro!

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