Correr es una actividad popular entre las personas que puede realizarse como ejercicio, ocio o competición.
Los beneficios del movimiento y de una práctica deportiva regular son diversos:
- Mejora la circulación sanguínea y disminuye la tensión arterial.
- Ayuda a prevenir la obesidad y combatir la depresión.
- Retrasa la degeneración propia del paso de los años.
Además, los deportes colectivos favorecen la socialización y el compañerismo.
Correr involucra todo el cuerpo, pero ejerce una presión significativa sobre los músculos y las articulaciones.
En ocasiones, la actividad física, tanto recreativa como de competición, conlleva un riesgo inherente: la lesión del aparato locomotor, en concreto, aquellas partes del cuerpo responsables del desplazamiento.
Cuando se practica algún deporte, las lesiones pueden aparecer por diversas razones que veremos en este artículo.
Riesgo de lesiones: lesiones potenciales
El aparato locomotor humano está formado por el sistema osteoarticular (huesos, articulaciones y ligamentos) y el muscular (músculos y tendones).
Como resultado, una amplia gama de lesiones pueden surgir al correr.
Los datos que revela el informe runnómetro 2021, elaborado por la plataforma Runnea en el que participaron un total (N) de 4.186 corredores populares españoles (no profesionales), indican que el 79,6 % de los encuestados afirman haberse lesionado alguna vez durante la práctica de running.
El 48,67 % de los hombres y el 40,69 % de las mujeres, se refieren a las lesiones musculares como las más frecuentes, seguido de las lesiones en los tendones 21,13 % en hombres y un 16,97 % en mujeres.
En tercer lugar, según la encuesta, se situaría las lesiones traumáticas, con un 15,23 % y un 13,23 % de los hombres y las mujeres, respectivamente.
Estas lesiones parecen tener estar asociadas a múltiples factores: edad, sexo, la experiencia, la condición física, las condiciones climáticas, el uso de calzado adecuado, el tipo de pisada, el tipo de suelo y el uso excesivo, entre otras.
Y la gravedad de las lesiones pueden clasificarse basándonos en el tiempo de ausencia a la práctica deportiva posterior a la lesión: las ausencias de uno a siete días se consideran leves; ocho a 28 días, moderado, y mayor de 28 días, grave.
Diagnóstico de lesiones en corredores
Después de un cuestionario y la exploración física adecuada (ej., inicio agudo o subagudo, cambios en el entrenamiento, equipamiento, superficie) se puede determinar la gravedad de la lesión.
Las extremidades inferiores, además de soportar el peso del cuerpo, son las principales responsables de su desplazamiento, lo que sin duda las convierte en candidatas preferentes a presentar todo tipo de lesiones y traumatismos.
A veces puede llegar a ser necesario derivar al paciente a un especialista para realizar las pruebas complementarias oportunas.
Algunas pruebas empleadas según cada caso son:
- Radiografía simple
- Resonancia magnética (RM)
- Ecografía, gammagrafía ósea
- Radiografías de esfuerzo
- Tomografía axial computada (TAC)
- TAC de baja radiación (CBCT)
- TAC en carga
- Electromiografía
- Pruebas fisiológicas asistidas por ordenador.
¿Se pueden prevenir las lesiones en corredores?
Las lesiones por correr son causadas principalmente por el uso excesivo debido a errores de entrenamiento. Por ejemplo: correr demasiado lejos, demasiado rápido, demasiado pronto.
Por eso, se pueden prevenir.
Lo ideal es aumentar el kilometraje gradualmente en incrementos del 10 % o menos cada semana con la orientación de profesionales del running.
Además, se pueden prevenir ciertas lesiones utilizando los zapatos para correr adecuados y que ejecutando ejercicios de precalentamiento, estiramiento y fortalecimiento para las extremidades inferiores de manera regular.
Por sobre todo, nunca intentar «correr a través del dolor».
Continuar corriendo cuando existe dolor puede empeorar el estado de la lesión, agravarla y retrasar la posibilidad de retomar el ejercicio físico en el tiempo.
Conclusión: correr con éxito es posible
Correr es un gran ejercicio que tiene muchos beneficios. Puede ayudar a desarrollar fuerza, mejorar la salud cardiovascular y mejorar su nivel general de condición física.
Sin embargo, es importante comprender los riesgos potenciales asociados con correr para prevenir y tratar estas lesiones adecuadamente, porque correr con éxito es posible.
Para ello puedes optimizar tus entrenamientos y mejorar tu alimentación para correr más rápido y con menos dolor. Puedes aprender sobre las lesiones más comunes, cómo prevenirlas, y descubrir los mejores ejercicios para fortalecer tus músculos y mejorar tu técnica.
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