Según un reciente estudio (2021) realizado por la Sociedad Española de Reumatología, indica que la prevalencia de artrosis en la población de España mayor de 40 años es del 29,35 % y muestra que la prevalencia de artrosis de manos y rodillas es más alta que hace 16 años.
La artrosis es un proceso degenerativo que afecta al cartílago de las articulaciones que produce rigidez y dolor que empeora con la movilidad y mejora con el reposo.
Suele aparecer en la columna cervical y lumbar, en las manos, en las rodillas y en las caderas; en ocasiones también puede producir inflamación, aunque no es lo habitual.
Demasiada inactividad, debido al dolor, favorece la aparición de más problemas como la atrofia muscular, deformidad y pérdida de movilidad.
Por eso, es importante saber que, en la actualidad, existen nuevos tratamientos sin cirugías para disminuir el dolor articular y prevenir la progresión de la artrosis en los pacientes, de manera temprana.
¿Qué sucede en la artrosis?
En la artrosis (no confundir con artritis) se produce un desgaste del cartílago articular y debido a ello, se produce la fricción entre los huesos, que ya no se encuentran protegidos por el cartílago.

Es cierto que, a medida que las personas envejecen, aparece un proceso degenerativo del cuerpo (artrosis primaria o idiopática), en el que suceden estos cambios:
- El cartílago que recubre las articulaciones tiende a volverse más delgado.
- Las superficies de una articulación pueden no deslizarse una sobre otra tan bien como lo hacían antes.
- La articulación puede ser un poco más susceptible a los traumatismos.
Pero en otros casos, la artrosis puede ser causada por factores externos (artrosis de causa secundaria).
- Traumatismo en la zona articular único o repetitivo
- Una movilidad anormal, por ejemplo, debido a una anomalía articular congénita (displasia).
- Enfermedades metabólicas (el exceso de hierro en el organismo (hemocromatosis) o el exceso de cobre en el hígado (enfermedad de Wilson).
- Infección de la articulación
- Un trastorno que ha lesionado el cartílago articular, por ejemplo, la artritis reumatoide o la gota.
Presentan un riesgo especial de artrosis las personas que fuerzan repetidamente una articulación o un grupo de articulaciones, como los obreros de fundición, los granjeros, los mineros del carbón y los conductores de autobús.
Por ejemplo, en la artrosis de rodilla el mayor riesgo es dedicarse a una ocupación que implique flexionar con frecuencia la articulación.
Especialmente en mujeres, la obesidad puede ser uno de los principales factores en el desarrollo de la artrosis, en particular en la rodilla.
¿Cómo podemos tratar la artrosis sin llegar a una cirugía?
Un abordaje inicial del tratamiento no quirúrgico es la solución MARE (por sus siglas).
La solución MARE es un tratamiento efectivo para la artrosis que se enfoca en los 4 componentes más importantes que, de no ser tratados a tempranamente, favorece el empeoramiento de la artrosis.
- Mecánica de la articulación (M),
- Alimentación del paciente (A),
- Regeneración del cartílago o hueso (R)
- Recuperación de la elasticidad perdida (E)
Veamos cada uno de estos enfoques de este tratamiento no quirúrgico de la artrosis.

Mecánica
Si nos referimos a la artrosis de rodilla (una de las articulaciones más frecuentemente afectadas), al producirse un adelgazamiento del cartílago, la atrofia muscular y deformidad de la articulación, puede aparecer un desplazamiento del eje de la pierna que agrava el dolor.
Parte de este tratamiento sin cirugía es observar si el eje de la pierna es adecuado y en el caso de que el eje no sea normal, podemos corregirlo con la indicación de plantillas que permitan disminuir el impacto de ese desplazamiento.
Alimentación
Una dieta rica y balanceada, enfocada a la incorporación de frutas y verduras, es ideal para favorecer la ingesta de vitaminas en forma natural.
Además, si el paciente se encuentra con sobrepeso, una buena alimentación le permitirá disminuir la sobrecarga de peso sobre la articulación, disminuir la fricción del hueso y, por lo tanto, el dolor.
Complementos alimenticios
Ciertos complementos alimenticios como colágeno, el harpagofito y la cúrcuma pueden ser de utilidad para mejorar el dolor articular de la artrosis.
La producción de colágeno, un componente imprescindible como tejido de sostén, forma parte de nuestro tejido conectivo y le da elasticidad y flexibilidad a nuestras articulaciones que disminuye progresivamente con la edad. Por lo tanto, la ingesta de complementos ricos en colágeno ayudaría a la mejoría global de la articulación.
El harpagofito y la cúrcuma son antiinflamatorios naturales.
El primero, Harpagophytum procumbens, conocida como garra del diablo, es una hierba y contiene sustancias químicas que pueden disminuir la hinchazón y el dolor.
Aunque los estudios y revisiones de varias investigaciones sugieren que se deben seguir investigando su efecto para generar evidencia de mayor calidad, ya que también posee ciertas advertencias y cuidados a tener en cuenta.
En el caso de la cúrcuma, la parte medicinal que se utiliza es la raíz o rizoma entero y los efectos farmacológicos, se deben la presencia de curcuminoides, especialmente la curcumina, con un efecto antiinflamatorio, siempre que el complemento se encuentre acompañado de pimienta de cayena.
El análisis de la evidencia científica sobre curcumina, propone que puede ayudar en el control de las afecciones oxidativas e inflamatorias. Un tratamiento de un gramo diario de curcumina de 8 a 12 semanas reduce los síntomas del dolor articular por artrosis y tiene un efecto similar al ibuprofeno.
Los complementos alimenticios naturales, según la Agencia Europea de los Medicamentos (EMA), deben ser indicadas únicamente por profesionales especialistas, ya que existe una cantidad y frecuencia adecuada para su ingesta en adultos y aunque sean naturales, no pueden ser autoadministradas por los pacientes.
Regeneración del cartílago o del hueso
La artrosis tiene diferentes formas de presentarse. Hay algunas que afectan más al hueso, otras al cartílago o a ambos.
Es importante definir en qué grupo se encuentra cada paciente, para decidir qué tratamiento es el adecuado, ya que las infiltraciones con factores de crecimiento han demostrado muy buenos resultados para la regeneración de los tejidos que se han desgastado en la artrosis.
Estas infiltraciones de factores de crecimiento pueden ser necesarias solo dentro de la articulación (intraarticulares) o dentro del hueso (intraóseas).
Hay veces que el deterioro es considerable y que hemos de subir un escalón en el tratamiento e infiltrar células en el hueso, pero esto debe ser evaluado previamente por el profesional en cada paciente.
Elasticidad
Dentro del envejecimiento de las personas, la elasticidad es lo primero que se pierde.
Necesitamos elasticidad de músculos y tendones para que, sean capaces de alargarse lo máximo posible, permitiendo el máximo recorrido de la articulación y disminuyendo las fuerzas de fricción que generan el típico dolor de la artrosis.
Los ejercicios apropiados, entre los que se incluyen los de estiramiento, los de fortalecimiento y los posturales, ayudan a mantener los cartílagos en buen estado.
Una vez hemos ganado elasticidad es el momento de ganar potencia, fortaleciendo los músculos que rodean la articulación para que puedan absorber mejor las cargas de peso sobre las mismas.
Por ejemplo, en la artrosis de rodilla, primero hemos de hacer estiramientos de cuádriceps e isquiotibiales para disminuir la tensión entre la rótula y el fémur. Luego empezaremos a potenciar el músculo glúteo y el músculo que rodea la rodilla internamente llamado vasto interno.
En conclusión, la artrosis es una afección potencialmente debilitante para muchas personas, pero los avances en la tecnología médica han proporcionado nuevos tratamientos que pueden ayudar al paciente.
Con la solución MARE, podemos evitar la cirugía ante la presencia de artrosis y reducir el dolor articular o prevenir su progresión.
Es importante que los pacientes hablen con su médico sobre las diferentes opciones que existen en la actualidad para poder elegir el mejor tratamiento para ellos.
Si necesitas una consulta inicial para evaluar esta posibilidad de tratamiento conservador puedes pedir cita en nuestra consulta.