La artrosis de rodilla (OA) es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. 

Este proceso degenerativo causa un desgaste progresivo del cartílago articular, dando como resultado dolor, rigidez y disminución de la función de la rodilla. 

Aunque existen varios tratamientos para aliviar los síntomas, la mayoría no detienen la progresión de la enfermedad, dejando a muchos pacientes en la búsqueda de alternativas más efectivas.

Una de las técnicas emergentes que ha ganado popularidad es el uso de plasma rico en plaquetas (PRP) subcondral. 

Esta terapia regenerativa ha mostrado resultados prometedores, especialmente cuando se aplica repetidamente. 

En este artículo, resolveremos algunas de las preguntas más frecuentes de los pacientes sobre esta técnica y discutiremos la evidencia científica que respalda su uso.

 ¿Qué es el PRP subcondral?

El PRP es una concentración de plaquetas obtenida del propio plasma sanguíneo del paciente. 

Estas plaquetas contienen factores de crecimiento que pueden ayudar a reparar y regenerar los tejidos dañados. 

El PRP subcondral se refiere a la inyección de esta solución directamente en el hueso subcondral, una estructura que se encuentra justo debajo del cartílago articular.

Anatomía del hueso subcondral

El hueso subcondral está compuesto por dos partes principales: la placa ósea y la esponjosa. 

Esta estructura es crucial para la salud del cartílago articular, ya que proporciona soporte y amortiguación. 

Cuando el hueso subcondral se ve afectado por la artrosis, puede agravar la pérdida de cartílago y acelerar la progresión de la enfermedad.

Un caso real de un tratamiento exitoso con inyecciones intraóseas de plasma rico en plaquetas

Una paciente de unos 60 años, sin traumatismo alguno, padece un dolor en la rodilla.

Este dolor va progresando y tras una resonancia, se ve un edema óseo con una pequeña fractura de estrés, que significa que el hueso ha recibido probablemente demasiada carga.

Es por ello que decidimos pasar a la acción con un tratamiento intraóseo con plasma rico en plaquetas.

¿Cómo funciona el PRP en el tratamiento de la artrosis de rodilla?

El PRP subcondral ayuda a reducir la inflamación y a promover la reparación de los tejidos. 

Al inyectar PRP en el hueso subcondral, se pueden regular los procesos biológicos de los tejidos, disminuyendo el ambiente inflamatorio y modulando la expresión de biomoléculas que causan un comportamiento celular anómalo.

Según un estudio, la combinación de infiltraciones intraarticulares e intraóseas de PRP ha mostrado ser efectiva en la regulación de estos procesos, dando como resultado una mejora significativa en los síntomas de la artrosis de rodilla.

 ¿Cuáles son los beneficios del PRP subcondral?

Los beneficios del PRP subcondral incluyen:

  1. Reducción del dolor: Los pacientes experimentan una disminución del dolor, lo que mejora su calidad de vida.
  2. Mejora de la función articular: Al aliviar el dolor y la inflamación, los pacientes pueden recuperar una mayor movilidad y funcionalidad en la rodilla.
  3. Menor necesidad de cirugía: El uso de PRP subcondral puede retrasar o incluso evitar la necesidad de una artroplastia total de rodilla, especialmente en pacientes con artrosis en etapa temprana o moderada.

¿Qué evidencia científica respalda el uso de PRP subcondral?

Un estudio sistemático revisado en PubMed-Medline y la base de datos Cochrane analizó la eficacia y seguridad de la inyección intraósea subcondral para el tratamiento de la osteoartrosis de rodilla. 

Este estudio incluyó seis investigaciones con un total de 163 pacientes y mostró mejoras significativas en las medidas de resultados informadas por el paciente (PROMs), así como una reducción en la conversión a artroplastia total de rodilla (TKA).

Además, otro estudio destacó que el PRP subcondral es una técnica mínimamente invasiva que favorece la movilización precoz y preserva la articulación, retrasando la necesidad de tratamientos quirúrgicos más invasivos. Muchos pacientes reportaron una reducción del dolor y una mejora en la función articular después de 18 meses de seguimiento. 

¿Cuántas sesiones de PRP son necesarias y cuál es el costo?

El número de sesiones de PRP necesarias puede variar según la severidad de la artrosis y la respuesta individual del paciente al tratamiento. 

Generalmente, se recomiendan entre una y tres sesiones, espaciadas en intervalos específicos. 

El costo del tratamiento también puede variar, por lo que es importante consultar con el especialista en traumatología para obtener un presupuesto personalizado.

¿Cuáles son los riesgos o efectos secundarios del PRP subcondral?

Como cualquier procedimiento médico, la inyección de PRP subcondral conlleva algunos riesgos y posibles efectos secundarios. 

Sin embargo, los estudios han demostrado que las complicaciones son raras y generalmente leves. 

Entre los efectos secundarios más comunes se incluyen el dolor temporal en el sitio de la inyección, hinchazón y enrojecimiento.

En general, el procedimiento es seguro y bien tolerado por la mayoría de los pacientes. Según un estudio de revisión sistemática, solo el 2.5 % de los pacientes experimentaron complicaciones relacionadas con el tratamiento.

¿Quiénes son candidatos ideales para el PRP subcondral?

El PRP subcondral es más efectivo en pacientes con artrosis de rodilla en etapa temprana a moderada. 

No se recomienda para aquellos con artrosis avanzada, donde la degeneración del cartílago y el daño estructural son demasiado extensos. 

La indicación principal es la presencia de dolor en pacientes con gonartrosis demostrada por resonancia magnética que muestra afección del hueso subcondral.

¿Cómo se realiza el procedimiento de PRP subcondral?

El procedimiento se realiza en tres etapas:

  1. Extracción de sangre: Se extrae una pequeña cantidad de sangre del paciente para preparar el PRP.
  2. Preparación del PRP: La sangre extraída se procesa para concentrar las plaquetas en el plasma.
  3. Inyección de PRP: El PRP preparado se inyecta en el hueso subcondral utilizando una aguja especial. El procedimiento se realiza bajo guía de fluoroscopia o ultrasonido para asegurar una colocación precisa.

¿Qué esperar después del procedimiento?

Después del procedimiento, los pacientes pueden experimentar dolor y rigidez temporales en el sitio de la inyección. 

Sin embargo, estos síntomas suelen desaparecer en unos pocos días. 

Se recomienda evitar actividades físicas intensas durante la primera semana y seguir las indicaciones del especialista para una recuperación óptima.

El uso de PRP subcondral y repetido ha mostrado ser una opción efectiva para el tratamiento de la artrosis de rodilla, especialmente en etapas tempranas y moderadas. 

Esta técnica mínimamente invasiva no solo reduce el dolor y mejora la función articular, sino que también puede retrasar la necesidad de una cirugía más invasiva.

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