Las deformidades en las piernas por falta de alineación y desgaste en la rodilla generan dolor y limitan la movilidad. 

Muchas personas piensan que la prótesis total de rodilla es la única solución. Sin embargo, existe un procedimiento que no solo preserva la articulación natural, sino que también mejora su funcionalidad y alivia el dolor: la osteotomía de tibia

Este procedimiento, diseñado para corregir deformidades como las piernas en «O» (varo) o en «X» (valgo), redistribuye las cargas articulares y alarga la vida útil de la rodilla.

En este artículo exploramos en profundidad cómo funciona la osteotomía de tibia, sus beneficios, riesgos y resultados basados en la evidencia científica más reciente.

 ¿Qué es la osteotomía de la tibia y por qué es importante?

La osteotomía de tibia es un procedimiento quirúrgico en el cual se corta y realinea el hueso de la tibia para modificar la forma en que las fuerzas del peso corporal se distribuyen en la rodilla. 

Esto es particularmente útil en pacientes con desgaste localizado en un compartimento de la rodilla (interno o externo) y en aquellos con deformidades en las piernas que provocan una sobrecarga asimétrica.

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Por ejemplo, en personas con piernas arqueadas en varo, la presión se concentra en el compartimento interno de la rodilla, causando un desgaste acelerado del cartílago y el desarrollo de osteoartritis. 

Al cambiar la alineación, la osteotomía redistribuye esta carga hacia áreas menos dañadas, reduciendo el dolor y retrasando la necesidad de una prótesis [1].

Indicaciones: ¿Quién puede beneficiarse de esta cirugía?

La osteotomía de tibia es ideal para:

  • Pacientes jóvenes y activos: Menores de 60 años con buena movilidad articular.
  • Personas con deformidades en las piernas: Como varo (piernas en «O») o valgo (piernas en «X»).
  • Casos de osteoartritis localizada: Cuando el daño está limitado a un compartimento de la rodilla.
  • Alternativa a la prótesis: Especialmente en personas que desean preservar su rodilla natural y posponer una intervención más invasiva [1, 2].

Es menos adecuada en pacientes con:

  • Daño severo en todo el cartílago de la rodilla.
  • Inestabilidad ligamentaria avanzada.
  • Artritis generalizada en múltiples compartimentos.

Técnicas quirúrgicas utilizadas

La osteotomía de tibia se puede realizar mediante dos enfoques principales:

  1. Apertura interna (open wedge): Se crea un espacio en la tibia y se estabiliza con una placa metálica o injerto óseo.
  2. Cierre externo (closed wedge): Se elimina un fragmento de hueso y las partes restantes se unen para modificar la alineación.

Ambas técnicas tienen como objetivo trasladar la carga hacia el compartimento menos afectado, mejorando así la funcionalidad articular y reduciendo el dolor. 

Los avances tecnológicos, como el uso de navegación asistida por computadora y modelado 3D, han incrementado la precisión quirúrgica, personalizando la corrección según las necesidades del paciente [2].

 ¿Cómo se elige la técnica adecuada?

La elección depende de varios factores, como el tipo de deformidad, el grado de desgaste articular y la preferencia del cirujano.

En general, la técnica de apertura interna es más común debido a su menor invasividad y mejores resultados en términos de recuperación [1, 2].

Beneficios principales de la osteotomía de tibia

La osteotomía ofrece múltiples ventajas:

  1. Preservación de la rodilla natural: Mantiene la articulación intacta, evitando o retrasando la necesidad de una prótesis.
  2. Alivio significativo del dolor: Al redistribuir las cargas articulares, reduce la presión en las áreas dañadas.
  3. Mejora en la movilidad y función: Permite a los pacientes volver a efectuar actividades cotidianas y deportivas.
  4. Prolonga la vida útil de la rodilla: Posponiendo la necesidad de reemplazo articular por más de 10 años en muchos casos.
  5. Menor invasividad que la prótesis total: Especialmente en términos de preservación ósea y recuperación postoperatoria.

Estudios recientes han demostrado que más del 80 % de los pacientes logran retomar sus actividades normales tras la cirugía, con tasas de satisfacción elevadas [1, 3].

Recuperación y rehabilitación

El proceso de recuperación tras una osteotomía de tibia requiere paciencia y compromiso. El cronograma típico es el siguiente:

  • Primeras 2 semanas: Apoyo parcial con muletas.
  • 6 semanas: Apoyo total del peso corporal.
  • 3 meses: Retorno a actividades físicas ligeras.
  • 6-12 meses: Recuperación completa para deportes o actividades intensas.

La rehabilitación es crucial para fortalecer los músculos, restaurar el rango de movimiento y garantizar un resultado exitoso. 

Los pacientes que siguen un programa de fisioterapia adecuado tienen mejores probabilidades de lograr una recuperación completa y satisfactoria [1, 2].

Riesgos y complicaciones

Como cualquier cirugía, la osteotomía de tibia conlleva riesgos, aunque estos son poco frecuentes:

  • Fracturas en la tibia: Pueden ocurrir durante o después de la cirugía.
  • Dolor persistente: Algunos pacientes no experimentan el alivio esperado.
  • Problemas de alineación: Una corrección insuficiente o excesiva puede causar molestias en otras áreas de la rodilla.
  • Infecciones: Aunque raras, pueden surgir en el sitio quirúrgico.

La planificación preoperatoria y el uso de tecnologías avanzadas han reducido significativamente la incidencia de estas complicaciones. 

Además, los resultados dependen en gran medida de una correcta selección del paciente y de la experiencia del equipo quirúrgico [1, 3].

Resultados clínicos: ¿Qué dicen los estudios científicos?

Biomecánica y éxito postoperatorio

Un análisis reciente destacó que la redistribución de las cargas articulares en la rodilla es clave para el éxito de la osteotomía. 

La corrección precisa de la alineación no solo alivia el dolor, sino que también mejora la funcionalidad de la rodilla a largo plazo [1].

Comparación con prótesis parcial

Un segundo estudio mostró que la osteotomía y las prótesis parciales ofrecen beneficios similares en términos de alivio del dolor y recuperación funcional. Sin embargo, la osteotomía tiene la ventaja de preservar la articulación natural, lo que resulta especialmente valioso en pacientes jóvenes [2].

Retorno a la actividad física

Más del 80 % de los pacientes lograron regresar a sus actividades físicas normales tras una osteotomía. Este estudio subrayó la importancia de la rehabilitación personalizada para garantizar resultados óptimos [3].

Comparación con la prótesis de rodilla

Aunque la prótesis es una solución efectiva para casos avanzados, la osteotomía es ideal para personas que desean mantener su articulación natural y continuar con un estilo de vida activo.

La operación que alarga de la vida y corrige las rodillas arqueadas

¿Cuánto cuesta este procedimiento?

El costo de una osteotomía de tibia varía según el país, el hospital y los recursos tecnológicos utilizados. 

En general, es menos costosa que una prótesis total, aunque requiere un equipo quirúrgico especializado y un programa de rehabilitación adecuado.

La osteotomía de tibia es una solución efectiva para tratar deformidades y desgaste localizado en la rodilla, ofreciendo una alternativa menos invasiva y más preservadora que la prótesis total. 

Con avances biomecánicos y tecnológicos, este procedimiento se ha consolidado como una opción segura y eficaz para pacientes jóvenes y activos.

Si sufres de dolor crónico o notas una deformidad en tus piernas, consulta con un especialista en ortopedia. 

Este procedimiento podría ser la clave para mejorar tu calidad de vida y mantenerte activo durante más tiempo.

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 Referencias

  1. Gao, L., Madry, H., Chugaev, D.V. et al. Advances in modern osteotomies around the knee. J EXP ORTOP 6, 9 (2019). https://doi.org/10.1186/s40634-019-0177-5
  2. Liu X, Chen Z, Gao Y, Zhang J, Jin Z. High Tibial Osteotomy: Review of Techniques and Biomechanics. Journal of Healthcare Engineering. 2019; 2019:8363128. doi:10.1155/2019/8363128.  
  3. Ares O, et al. Biomechanical Advances in High Tibial Osteotomy. Journal of Bone and Joint Surgery. 2019.