Si tienes artrosis en la rodilla, seguramente sabes lo limitante que puede ser el dolor y cómo afecta tu calidad de vida.

Probablemente, has intentado muchos tratamientos sin resultados duraderos. 

Afortunadamente, la ciencia médica sigue avanzando, y hoy existe un procedimiento innovador que podría aliviar tu dolor: la infiltración intraósea o subcondroplastia.

¿Qué es exactamente la infiltración intraósea?

La infiltración intraósea es un procedimiento que consiste en inyectar PRP, plasma rico en plaquetas con factores de crecimiento, directamente dentro del hueso, en las zonas afectadas por lesiones medulares óseas. 

Estas lesiones son comunes en pacientes con artrosis moderada a severa y están relacionadas con el dolor persistente y la incapacidad funcional.

¿Funciona realmente este tratamiento?

Un estudio reciente, realizado en varios centros especializados en Europa, evaluó los resultados de esta técnica en 79 pacientes con artrosis de rodilla. 

Estos pacientes presentaban lesiones medulares óseas persistentes y no habían respondido adecuadamente a tratamientos convencionales como reposo, medicamentos antiinflamatorios y fisioterapia.

Los resultados, publicados en 2024, fueron muy prometedores:

  • El dolor de los pacientes mejoró significativamente tras la infiltración intraósea. En promedio, el dolor se redujo a casi la mitad, pasando de una puntuación de 6,6 (sobre 10) a 3,9 un año después del procedimiento.
  • Además, la funcionalidad general de la rodilla, evaluada con diferentes escalas médicas, mejoró notablemente. Por ejemplo, la escala KOOS (que mide síntomas, actividades diarias, deportes y calidad de vida) mostró mejoras sustanciales desde el primer mes después del tratamiento y continuó mejorando hasta el año de seguimiento.

¿Es seguro este procedimiento?

Sí, según el mismo estudio, la infiltración intraósea es segura. Ningún paciente sufrió efectos adversos graves relacionados directamente con la técnica. 

Solo se registraron eventos leves, como dolor temporal o inflamación pasajera, que se resolvieron rápidamente.

¿Cómo se realiza la infiltración intraósea?

Este tratamiento es mínimamente invasivo y se realiza bajo anestesia local o regional. 

Mediante imágenes radiográficas en tiempo real (fluoroscopía), el médico guía cuidadosamente una cánula hasta el área del hueso afectada. 

Luego inyecta el material, que tiene una textura líquida, y se extiende por las lesiones medulares. 

Este plasma genera modificaciones celulares del hueso subcondral (debajo del cartílago), brindando un mejor soporte estructural del cartílago y promoviendo la regeneración ósea.

Después del procedimiento, los pacientes pueden irse a casa el mismo día, usando muletas inicialmente para no sobrecargar la rodilla y retomando poco a poco sus actividades normales.

¿Qué otros medicamentos pueden utilizarse en la infiltración intraósea?

Además del plasma rico en plaquetas, las infiltraciones intraóseas pueden incluir otros medicamentos como el fosfato de calcio, dependiendo de la indicación específica. 

Los medicamentos más comúnmente utilizados son los anestésicos locales para controlar el dolor inicial, corticoides para reducir la inflamación, ácido hialurónico para mejorar la lubricación articular. 

Adiós al dolor con infiltración intraósea

¿Para quién es este tratamiento?

La infiltración intraósea está indicada especialmente en pacientes con:

  • Artrosis leve a moderada (grado 1 a 3 según Kellgren-Lawrence).
  • Lesiones medulares óseas persistentes (dolor que dura más de 3 meses).
  • Sin una deformidad severa en la rodilla.

No está recomendado en personas con infecciones activas, enfermedades inflamatorias sistémicas u osteonecrosis avanzada.

Precauciones y contraindicaciones

Antes de decidirse por esta técnica, es importante conocer las posibles contraindicaciones, como infecciones activas, alergias conocidas a los medicamentos empleados, o problemas médicos sistémicos relevantes. 

Además, se recomienda realizar un máximo de tres infiltraciones en la misma articulación en un año. 

La importancia de seguir investigando

Aunque los resultados son alentadores, los autores del estudio recalcan que aún hacen falta más investigaciones para mejorar y perfeccionar esta técnica. 

La infiltración intraósea es relativamente nueva, y aunque hasta ahora demuestra ser efectiva y segura, estudios adicionales ayudarán a comprender mejor sus efectos a largo plazo.

Consultar siempre a un especialista

Es esencial que antes de decidirte por este procedimiento consultes con un médico especialista en traumatología. 

Solo un profesional podrá evaluar correctamente tu caso particular, revisar tus estudios de imagen y darte la mejor recomendación personalizada.

La infiltración intraósea es una técnica innovadora que ofrece alivio significativo del dolor y mejora la funcionalidad en pacientes con artrosis moderada a severa de rodilla, especialmente cuando otros tratamientos no han sido eficaces.

Recuerda que la calidad de vida no tiene por qué disminuir por la artrosis. Siempre hay alternativas.

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